Hacia una inclusión total . Andrés Cubero Sánchez

Oct 10, 2022

Desde nuestro taller de lectura, queremos compartir con todos y todas esta poesía sobre la inclusión, que tan bonita nos parece. pertenece al III Premio del Excmo Ateneo de Sevilla de relato y Poesía de personas con D. Intelectual o del desarrollo:

Aunque no tengo piernas
tengo sentimientos
pese a que no puedo ver no paro de pensar
aunque no escucho
aun deseo comunicarme.
¿Por qué hay gente que me considera
inútil e incapaz de pensar o hablar
cuando soy tan capaz de pensar acerca del mundo
como cualquier otra persona?
La mayor discapacidad
es no darse cuenta que todos somos iguales.
La vida te pone obstáculos
los límites los pones tú.
Para que los derechos de todas las personas
sean respetados
mi discapacidad, ha abierto mis ojos
para ver mis verdaderas habilidades.
La única discapacidad realmente peligrosa
es la de no tener corazón.
Somos muchos las personas
que aún sin tener discapacidad física, tenemos
discapacidad en el alma.
Gracias por cuidar mi corazón,
por amarme y aceptarme tal como soy
si te sientes mal, yo te ayudaré
y abriré mi corazón para que tengas fe,
conseguirás ser feliz y tener nuestra amistad
pero tienes que luchar y ser valiente para ganar.
Tus dificultades vencerás con toda nuestra ayuda,
yo te entrego compresión y tú me darás amor.
Nacimos para ser felices no para ser perfectos,
el mundo está en las manos de aquellos que tienen
el coraje de soñar y correr el riesgo de vivir sus sueños.
Los amigos son hermanos que se eligen
los hermanos son amigos que se quieren.
Incluso la gente que afirma
que no podemos hacer nada para cambiar nuestro destino
mira antes de cruzar la calle
para que los derechos de todas las personas
sean respetados.
Es verdad que se necesita un corazón para vivir,
pero más te necesito a ti que lo haces latir.
No es la altura, ni el peso, ni los músculos
los que te hacen ser una gran persona
son el corazón y la humildad.
Si enseñamos a los niños a aceptar
la diversidad como algo normal
no será necesario hablar de inclusión,
sino de convivencia.
No es la discapacidad lo que hace difícil la vida
sino las barreras que pone la sociedad.
Hay muchas formas de ser discapacitado
la única peligrosa es la de no tener corazón.
La forma en que nos comunicamos
con los demás y con nosotros mismos
en última instancia
determina la calidad de nuestras vidas.

 

LA FOTO HA SIDO ELEGIDA POR MAGDALENA SÁNCHEZ, PARTICIPANTE DEL TALLER, PORQUE AL LEERLA, SE VEÍA A SI MISMA.

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